Decenas de miles de personas se congregaron este jueves en las calles de Mashhad, en el noroeste de Irán, para rendir homenaje al presidente Ebrahim Raisi antes de su entierro en su ciudad natal, cinco días después de que fuera hallado muerto tras un accidente de helicóptero.
La ceremonia pondrá fin a tres días de funerales que reunieron a multitud de personas, en línea con la tradición de los grandes acontecimientos ocurridos en Irán desde la revolución islámica de 1979.
En el poder desde 2021, Raisi falleció a los 63 años al estrellarse el helicóptero que lo llevaba a la ciudad de Tabriz, en el noroeste, después de inaugurar con su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, una presa en la frontera entre los dos países.
El accidente provocó el deceso de los ocho ocupantes de la aeronave, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, que fue enterrado este jueves al sur de Teherán.
En Mashhad, hombres y mujeres, la mayoría con chador, y niños desfilaron por la avenida que conduce al mausoleo del imán Reza, el principal santuario chiita del país.
La mayoría portaban fotos del difunto y flores blancas, muy utilizadas en los funerales en Irán.
Todos acompañaban al féretro, transportado en un camión en el que se había escrito: «He venido, oh, rey, deme refugio»; un lema en el que el «rey» se refería al imán Reza, octavo imán chiita.
Tras anunciarse públicamente el deceso el lunes, el ayatolá Jamenei declaró cinco días de luto nacional y designó al vicepresidente Mohammad Mokhber como presidente interino hasta la celebración de elecciones el 28 de junio.
El cargo de ministro de Relaciones Exteriores lo ocupará Ali Bagheri, hasta ahora adjunto del canciller y principal negociador del programa nuclear iraní.